El senador bonaerense Mario Ishii rompe el tablero con un nuevo proyecto de ley para modificar el estatuto del empleado municipal, que regula la relación laboral entre el patrón -que es el Intendente- y los trabajadores del sector, tema debatido en la Legislatura bonaerense desde comienzos de año, en medio de una fuerte polémica.
Es importante mencionar que el diputado bonaerense Hernán Doval, del oficialismo, presentó una iniciativa propia en febrero de este año y logró que fuera aprobada por la Cámara Baja, girada a Senadores y ahora analizada tanto por las comisiones como la conducción de ese cuerpo, a cargo de Gabriel Mariotto.
La propuesta de Doval, básicamente, incluye una serie de puntos que van a favor de los municipales, entre ellos el reclamo histórico de las paritarias. Pero no sólo las negociaciones colectivas, que pasarían a ser formalizadas y reconocidas de manera oficial, sino límites a los contratos temporarios y la necesidad de equiparar los sueldos con el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Recibió la aprobación en la Cámara de Diputados, con el respaldo de la Federación de Sindicatos Municipales de Buenos Aires, más popularmente conocida por su sigla, FESIMUBO. Pero tan pronto como fue remitida a la Cámara Alta, los intendentes de la provincia pusieron el grito en el cielo, incluyendo una serie de planteos contra el articulado.
Consideran -los jefes comunales- que algunos artículos violan la autonomía municipal y corren el riesgo, eventualmente, de ser vetados por la Corte Suprema de Justicia. Eso transmitió el Intendente de Ituzaingó y también titular de la FAM bonaerense, Alberto Descalzo, quien implícitamente no descartaba la vía judicial como escape en caso de desacuerdos.
Cabe destacar que la actual legislación fue bloqueada por la Corte Suprema de Justicia bonaerense a mediados de septiembre, tras 18 años de dilaciones en el ámbito judicial. Un fallo del máximo tribunal efectivamente consideró que 66 de los 110 artículos son inconstitucionales y resolvió a favor del municipio que, en su momento, había hecho el planteo contra la normativa sancionada en 1995.
Ese distrito es San Isidro, entonces gobernado por Melchor Posse, padre del actual alcalde, Gustavo Posse. El fallo de inconstitucionalidad rige sólo para la comuna de zona norte, pero sienta jurisprudencia para virtualmente los 135 distritos de la provincia y vuelve urgente la necesidad de sancionar una nueva regulación laboral para los empleados municipales.
En eso estaba el Parlamento provincial hasta que los jefes comunales, en desacuerdo con algunos aspectos del proyecto, opusieron resistencia.
El proyecto de Ishii es casi un traje a medida de las autoridades municipales, como refleja el artículo 9. Allí establece que "las negociaciones colectivas referidas en la presente ley, se desarrollarán en cada uno de los municipios en forma particular, siendo lo establecido en el mismo de carácter obligatorio para el respectivo municipio".
Y amplía en los fundamentos: "Las negociaciones colectivas estipuladas en la presente ley y a realizarse en cada uno de los municipios tienen su fundamento, en la sencilla razón de que cada uno de los mismos contempla realidades distintas, por lo tanto sería inaplicable e inviable una negociación colectiva general a todo empleado municipal".
Ese es el punto de discordia, que no contempla el texto de Doval y sí incluye esta nueva propuesta de Ishii. Es decir, que no haya un piso fijado a nivel provincial sino que la negociación paritaria corra por cuenta de los municipios, sin ningún tipo de base global, fijado en el plano bonaerense antes de comenzar la discusión salarial distrito por distrito.
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